Información sobre Nazca
La ciudad peruana de Nazca es la capital de la Provincia de Nazca, situada en la margen derecha del río Aja (afluente del Río Grande). Nazca es una ciudad muy activa debido a la afluencia de turistas que visitan a diario las milenarias Líneas de Nazca y por el desarrollo agrícola y comercial que hay en la zona.
Fundada por el virrey García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete en 1591, Nazca también fue conocida por producir un aguardiente de uva -similar al pisco- destinado para el consumo de los esclavos y al que los habitantes locales llamaron nazca.
El pueblo de Nazca fue creado un 29 de agosto de 1821, luego el 2 de julio de de 1855 fue elevado a la categoría de distrito, convirtiéndose luego en provincia el 23 de enero de 1941.
El 12 de Noviembre de 1996, un sismo de 6,4 con epicentro en el mar (Marcona), impactó seriamente en la ciudad de Nazca, a pesar de su magnitud en la ciudad murieron solo 7 personas ( del total de 17), pero más de 8,000 construcciones colapsaron totalmente y 1,600 personas quedaron heridas.
El distrito de Nasca y el distrito de Vista Alegre conforman un solo núcleo urbano al estar ambos prácticamente unidos formando la ciudad (30 mil hab aprox) , cosa que no sucede con los demás distritos de la provincia.
Actualmente Nazca es un pujante centro turístico de renombre internacional, además el desarrollo del comercio y los servicios han convertido a la ciudad, en una de las principales urbes del sur peruano, Nazca ha recobrado su belleza que siempre la ha caracterizado.
Existen dos versiones de su fundación española. Según escritos de cronistas, fue fundada el 28 de octubre de 1548, por encargo del pacificador Pedro de la Gasca, por don Alonso de Mendoza. La otra versión dice que fundada por el virrey García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, en 1591.
Nasca también fue conocida por producir un aguardiente de uva -similar al pisco- destinado para el consumo de los esclavos, y al que los habitantes locales llamaron Nasca. Asimismo se dice se produjo el primer aguardiente de uva (pisco) en la Hacienda Cahuachi, por un esclavo afroamericano de los dueños de este fundo.
En Historia regional de Ica: época colonial, t.I (1964), de Alberto Rossel Castro, el capítulo VII, titulado Historia colonial del valle de Nasca refiere que desde antes de la conquista, el valle de Nasca fue conocido por el nombre de Caxamarca, como lo registran los títulos de escrituras, de los corregidores y Cédulas Reales de la época, que principian con este tenor: ..en el pueblo de Caxamarca de la Nasca.
Señala que el Repartimiento de Caxamarca comprendía tres grandes Parcialidades: Nasca, Kollao y Palpa. Que la Parcialidad de Naska se extendía por las quebradas de Aja y Kopara, en el decir de hoy, Tierras Blancas y Las Trancas.
Que la Parcialidad del Collao correspondía al valle de Ingenio, y la Parcialidad de Palpa se situaba entre las quebradas del Río Grande y la de las Viscas
Señala que trece ayllus conformaban la Parcialidad de Nasca, de los cuales solo se cuentan los ayllus Amoto, Copara, Poruma,(poroma) Cantallo, Siamesas y Pallas, los cuales pertenecían a la encomienda del capitán don Pedro Gutiérrez de Mendoza.
El ayllu Collana era el principal y sus componentes se jactaban de pertenecer a la sangre real de los Incas del Cusco. A este ayllu pertenecía la dinastía de los Nasca, cuya familia se aposentaba, a la llegada de los españoles, en el pueblo incaico de Caxamarca, cuyas ruinas se encuentran a la salida de la actual ciudad y que se conoce con el nombre de Los Paredones.
Rossel Castro dice que los curacas o caciques principales del Repartimiento de Caxamarca, el año 1546 eran don Francisco Nanaska y don Alonso Rimansa, hijo éste de Anqueada, dueños de las tierras de Collao y Caxamarca. Así lo declararon ambos ante el primer Alcalde Ordinario, don Nicolás de Rivera el Viejo el 17 de de junio de 1546 en documento que consta en el archivo Derecho de Propiedad, Leg. 3, cuaderno 83, año 1546, en el Archivo Nacional.
Al primer curaca o cacique, don Francisco Nanaska, le sucede en el cacicazgo de Caxamarca, su hijo legítimo don García Nanaska,(ahijado del encomendero García Salcedo, luego casado con Beatriz Illacuchi, hija del curaca o cacique de Lurin Ica Aquije) quien en su testamento fechado el 4 de noviembre de 1569, ubicado por el P. Rossel Castro en el Archivo Nacional, manifiesta que tiene un hijo legítimo llamado García Nanaska, de dos años de edad, por lo que delega el poder de gobernar el cacicazgo en su hermano don Pedro Vilcanchana.
El 13 de marzo de 1582, ante el Notario Público García de Córdova, ya figura el nombre de García Nanaska, a la edad de 19 años, juntamente con los otros representantes del Repartimiento, como don Luis Vininanchana, don Fernando Capcha, Don Baltasar Camote y don Francisco Michilla, lo que demostraba, dice Rossel, que don García Nanaska se había ya hecho cargo del curacazgo o cacicazgo.
Sobre la fundación del pueblo colonial de Santiago de la Nasca, relata que don García Nanaska padre, y don García Nanaska hijo, fueron los verdaderos benefactores del valle de Caxamarca, quienes donaron a los encomenderos sus bienes para la formación del pueblo colonial en el sitio de la Parcialidad de Naska, dándole el nombre de Santiago Apóstol de Nasca, donde se redujeron los demás indígenas del valle y se dieron los asientos a los españoles el año de 1549, con fecha quizás de 25 de julio, día de la festividad del santo patrón del pueblo.
Sobre la fundación del Convento de San Agustín (lugar comprendido aproximadamente entre la primera cuadra de la calle Arica, la quinta cuadra de la calle derecha o Lima, y el barrio de las latas, primera cuadra de Grau y el margen del río Tierras Blancas) refiere que así como don García Nanaska había instituido una Capellanía en el altar de San Pablo con parte de sus bienes, don García Nanaska hijo, siguiendo el ejemplo de su padre, gravó a censo sus haciendas a favor de los padres Agustinos de Lima, a condición de que estos dijeran doscientas misas a favor de su alma y fuera sepultado su cuerpo dentro de la Iglesia de Santiago Apóstol de Nasca. Es así que el 16 de mayo los Agustinos pidieron la ejecución de la voluntad del cacique y la licencia para edificar la iglesia del Convento de los Agustinos en el Valle de la Nazca, la construcción de la cual se realizó el año de 1591.
Continúa el autor narrando que la población colonial de Nasca fue elevada a Villa y sus términos precisados en Acarí, Anan-Huayurí, Urin, Huayurí, Palpa e Ingenio, en tiempos del Virrey don Luis de Velasco y Castilla, Conde de Nieva, y en la misma época de la fundación de la Villa de Valverde de Ica que se realizó el 17 de julio de 1563.
Dice que fue el cacique García Nanaska padre, el que dio asiento a los vecinos y moradores españoles, a los soldados cristianos servidores del Virrey, para una casa y una huerta, según las normas impartidas desde España por el Rey. Este asiento se hizo en el mismo lugar donde se encuentra la actual ciudad de Nasca.
El pueblo de Nasca fue creado un 29 de agosto de 1821, luego el 2 de julio de de 1855 fue elevado a la categoría de distrito, convirtiéndose en provincia el 23 de enero de 1941.
Nasca, es como se denomina en la actualidad, es un lugar seco, razón por la cual en tiempos del incanato se realizó un formidable trabajo de ingeniería hidráulica, trayento aguas de las alturas, en ramales subterráneos, llamados acueductos, que sirven hasta la actualidad, para el riego de terrenos de cultivo y para uso doméstico.
En la historia colonial, hubo fundos-modelo como San Juan del Ingenio y San Javier propiedad del Colegio Jesuita del Cusco, en los cuales se hacían trabajos de tallado en madera, cultivo de vid, procesamiento de vino para el culto católico, y dos hermosas iglesias ubicadas en estos lugares. En 1767 a la expulsión por edicto del Rey Carlos III de España, estas propiedades, quedaron a disposición de la Corona, y en propiedad de un encomendero.
En tiempos de la República, fueron dadas en uso por el Congreso peruano, en 1828, al corsario francés-argentino Hipólito Bouchard, como recompensa y en agradecimiento por los servicios prestados al estado peruano. Bouchard fundó un ingenio azucarero que llamó La Buena suerte, lugar donde fue asesinado por una turba de esclavos liderados por el afroanasqueño Adelfo Bernales, que luego según se dice, violó a su mujer el 4 de enero de 1837. Después de 120 años, en junio de 1962, se encontró una tumba con las iniciales HB en las catacumbas de la Iglesia de San Javier. El 6 de julio de ese año, los restos fueron exhumados por una comisión conjunta de la Armada argentina y peruana, y repatriados a Buenos Aires, a bordo del crucero La Argentina. Hoy reposan en el Panteón de Buenos Aires.
A la muerte de Bouchard estos fundos ingresaron al inventario de bienes de la incipiente y naciente república, llegando a ser un lastre económico para el erario nacional, al solo ocasionar pérdidas. Fue vendida por el gobierno de José Rufino Echenique, al caballero iqueño don Domingo de Elías y Carbajo, que las convirtió en haciendas modelo, donde se cultivó por primera vez el algodón en forma industrial, y se produjo pisco y vino para exportación, en un ejemplar trabajo empresarial.