Catedral de Iquique. Iquique - CHILE
La actual Catedral de Iquique es el resultado de la iniciativa del Vicario Apostólico Camilo Ortúzar quien, luego del incendio que destruyera la iglesia parroquial de Iquique el 10 de marzo de 1883, inició una campana de recolección de fondos para construir un nuevo templo en el mismo emplazamiento. Cabe señalar que entre 1880 y 1885 la ciudad sufrió una oleada de incendios, que destruyeron 63 manzanas, lo que determino la construcción de una costosa y compleja red que trasladaba agua de mar a presión para combatir el fuego.
Dado el gran florecimiento que la ciudad experimentaba por esos años, al Vicario Ortúzar no le fue difícil obtener los recursos necesarios. Por entonces había concluido ya la Guerra del Pacifico, y la zona, bajo soberanía chilena, veía iniciarse su época de oro, gracias al auge de la explotación del salitre. Es así como sólo un año después del incendio de la antigua parroquia, en mayo de 1884, se pudo trasladar a la nueva iglesia los restos de Arturo Prat y de algunos de los otros héroes de Iquique, que permanecieron en ese recinto hasta 1888.
La construcción del templo terminó en 1885; la iglesia adquiere el rango de Catedral en 1929 al crearse el Obispado de Iquique.
La Catedral de Iquique fue construida utilizando la técnica del tabique de madera; éste es doble y de 0,80 metros de ancho en las paredes del primer nivel, y simple, de 0,20 metros de ancho en el segundo nivel, que constituye el cuerpo superior de la nave central. La armadura de la techumbre de la iglesia es también de madera, así como las columnas interiores y la torre que corona el monumento.
El aspecto exterior de la iglesia corresponde al estilo neoclásico italiano; el edificio es de forma rectangular, bastante alargada. Su fachada contiene tres pilastras de capitel toscano, que enmarcan tres grandes vanos en arcos de medio punto, a través de los cuales se accede a las naves. En el interior, las dos naves laterales se separan de la central por medio de hileras de seis columnas de capitel corintio.
El Monumento Histórico de la Catedral de Iquique incluye también las casas parroquiales adosadas a ella, cuya estructura es también de madera y que son también de estilo neoclásico. El conjunto presenta, por tanto, gran armonía.