TÉCNICAS DE CAMPAMENTO

Orientación con la Naturaleza

Mirando a la Naturaleza

Hasta ahora hemos visto como movernos por lugares tranquilos, utilizando herramientas hechas por el hombre: el mapa y la brujula. Pero la naturaleza por si misma, nos da una información que puede sernos útil en nuestro caminar. Aunque las pistas que la naturaleza puede darnos acerca de la dirección y del tiempo son muy rudimentarias, son mejores que nada. Incluso sin llegar a encontrarnos en una verdadera situación de emergencia, es divertido practicar estos conocimientos y reconforta saber que se puede estimar la dirección, basándote en la posición en la que el sol debería estar en una determinada época del año, o en las constelaciones y las estrellas, o imaginar la hora del día por la posición del sol.

Para tomar decisiones cuando se buscan rutas, son siempre necesarias dos tipos de informaciones básicas: dirección y tiempo.
Las razones para necesitar la dirección son obvias, pero, sin embargo, mucha gente acostumbrada a prolongar la luz del día dando a un interruptor, no valora la importancia del tiempo al planear sus viajes. La duración del día es crucial cuando tus actividades están condicionadas por la luz del sol. ¿Alcanzarás el objetivo antes de que oscurezca? ¿Cuántas millas puedes realmente pensar en cubrir, en una marcha a finales de otoño, cuando el sol se pone alrededor de las seis? Y si estás en el fondo de un cañón, la puesta del sol llegará antes para ti, que para alguien que esté cresteando.

En este apartado se describen algunos procedimientos para obtener estimaciones aproximadas de dirección y tiempo, mediante la observación de los elementos naturales. Si tienes que planear tu excursión utilizando solamente los elementos obtenidos por este sistema, tendrás que elegir recorridos más tradicionales, a los que les faltará la precisión de las rutas hechas con brújula. Sin una brújula, no puedes tomar rumbos ni dirigirte hacia objetivos que no se puedan ver, utilizando puntos de referencia intermedios.  
¿Qué podemos hacer con la información acerca de la hora y de la dirección que se obtiene de la naturaleza? Aparte de lo divertido que resulta, y la satisfacción de añadir este medio de información a los otros, ¿puedes realmente utilizarla en una emergencia? Sí, mientras la visibilidad sea lo bastante buena como para que se pueda ver el sol. Incluso en un día nublado, en el que no puedas situar exactamente la posición del sol, un palo, un bastón o la hoja de un cuchillo generalmente reflejarán una sombra ligera en alguna superficie blanca, como un papel o la nieve. Por supuesto, con poca visibilidad lo más aconsejable es sentarse tranquilamente a esperar a que el tiempo mejore, o a que te rescaten. Saber qué hora es sin un reloj (mucha gente prefiere no usarlo, o puedes perder o romper el tuyo), te servirá para decidir si sigues caminando, hasta qué distando podrás llegar, cuándo es la hora de parar y montar el campamento, o Cuánto tiempo te queda para explorar, antes de que sea necesario volver al campamento base. ¿Qué pasa con la dirección Si pierdes o se te rompe la brújula, ¿cómo puedes saber dónde estás? con tus conocimientos de la zona y de tu situación aproximada, decide qué dirección general es la mejor para salir. Un mapa simplificaría la decisión, pero, incluso si no lo tienes, aún dispones de bastante información utilizable:  
- Hasta dónde has llegado.  
- De qué dirección vienes.  
- Líneas base en la zona.  
- Localización general de los accidentes del terreno que hay que evitar, tales como: acantilados, corrientes de agua impracticables, cañones profundos, montañas escarpadas.

Orientación con la Naturaleza

El Sol y dirección

Intenta imaginar mentalmente las trayectorias aproximadas del sol, y su posición relativa respecto a ti, en las diferentes estaciones del año. En casa, en la ciudad, fíjate por donde sale y por donde se pone el sol a medida que pasan los meses, y la cantidad variable de luz que pasa a través de tus ventanas en las diferentes estaciones. Esto te mantendrá al tanto de los movimientos del sol mientras estás en la ciudad, y reforzará el hábito de localizar su ubicación.
En el hemisferio norte la trayectoria del sol está, por lo general, al Sur respecto a nosotros durante el Otoño, el invierno y la primavera. En verano, el arco que forma irá del noreste al noroeste.  
El sol cruza el ecuador solamente dos veces cada año, haciendo que el día y la noche sean de una duración aproximadamente igual. Estas circunstancias, los equinoccios, se dan aproximadamente el 21 de Marzo y el 22 de Septiembre. Moviéndose gradualmente hacia el Norte, desde su posición en el equinoccio de primavera, el sol tarda tres meses en alcanzar su trayectoria más septentrional, hacia finales de Junio. Desde su trayectoria del equinoccio de Otoño se mueve lentamente en dirección Sur durante tres meses, para llegar a la trayectoria más meridional a finales de Diciembre. A finales de Junio el sol saldrá por el noreste y se pondrá por el noroeste; a finales de Diciembre su arco se extiende desde el sureste al suroeste.  
En cualquier época del año, el sol se encuentra hacia el Sur verdadero de su punto más alto (como la luna). Para alguien situado en el centro de su huso horario (en el sentido Este), el sol está directamente hacia el Sur verdadero a la hora oficial del mediodía, y la N sombra de esa persona apuntará hacia el Norte verdadero. Esto varía ligeramente según tu posición en tu huso horario. Si estás al Este del centro, el sol aparecerá más pronto; al Oeste del centro, el sol aparecerá más tarde. Los husos horarios están divididos en intervalos longitudinales de unos quince grados alrededor N del globo. El sol se mueve quince grados cada hora, cruzando un huso horario completo.