Catedral de Copiapo. Copiapo - CHILE
Los indÃgenas del Valle de Copayapu fueron sometidos por las tropas Incas de Tupac Yupanqui hacia 1425. De esa época queda todavÃa «el Camino del Inca» que a través del desierto y de los Andes llegaba a la capital del Cuzco. En 1536, Diego de Almagro dejó un grupo de españoles en este valle, prosiguiendo luego su camino hacia el sur. Posteriormente, en 1540 también pasa Pedro de Valdivia, pero recién unos años más tarde, Francisco de Aguirre levantó el primer caserÃo en lo que era el principal asiento indÃgena del valle.
Copiapó se desarrolló lentamente hasta que se descubrieron las minas de oro a principios del siglo XVIII, lo cual marca el despegue y auge de la economÃa y población de Copiapó. Viendo la importancia minera y a fin de acelerar el progreso de la colonia el gobernador del reino, don José Manso de Velasco, decretó en 1744, la creación de una nueva población de españoles, con el tÃtulo de villa «Villa de San Francisco de la Selva de Copiapó». Expropió terrenos a los indios, extendiendo la nueva villa hacia el nororiente de la primera agrupación de casas, conocida hoy dÃa, como la Chimba. El sitio designado entonces, para la plaza y la iglesia son los mismos que hoy ocupa. La iglesia parroquial recibió en la distribución de los solares, la media manzana al poniente de la plaza de Armas.
Después de construir sus viviendas, el cura Varas con el padre jesuita Villegas delinearon con unos albañiles los planos de la iglesia y de su cementerio, iniciando los trabajos de construcción en 1748. En 1750 el edificio eclesiático estaba ya levantado, pero solamente en 1766 abrió sus puertas. Fue en esa época que la quietud tradicional de Copiapó empezó a ser perturbada por los «hábitos perniciosos» de los forasteros y de la gente minera, asimismo, la población femenina alarmaba con trajes muy rebuscados y lujosos.
En el año 1796 un terremoto destruyó la iglesia, pasando a servir como tal, durante 55 años, la Capilla de los Jesuitas. En 1840 se inicia la construcción de una nueva parroquia pero en 1849 cuando faltaba solamente colocar el techo el arquitecto francés Jean Herbage desaconsejó el uso del aparejo de adobe y se decidió botar el edificio. Un inglés, William Rogers y 16 carpinteros, retoman la construcción del nuevo edificio que se abre al público en 1851. La nueva Catedral, construida en madera, tiene una marcada influencia del neocláscico inglés, lo que está acentuado por la simetrÃa de las dos casas parroquiales y sus detalles en molduras y cornisas.
La iglesia posee una estructura en base a vigas y pilares de pino oregón traÃdo de Estados Unidos como lastre en los barcos y roble del Maule. El amplio pórtico clásico, de columnas y frontón triangular se desarrolla en el ancho de las tres naves de tÃpico esquema basilical. La torre campanario, que se levanta sobre el coro alto, posee tres cuerpos de planta cuadrada decreciente rodeados cada uno de doce columnas, dando originalidad a la catedral. En tanto una linterna octogonal se alza sobre el presbiterio. En el interior de la iglesia se puede apreciar un bello sagrario de plata, y un retablo de madera de corte neoclásico decorado por el artista italiano G. Fiorani.